miércoles, 7 de mayo de 2008

ZOOCIEDAD, y un amigo de Rafael Chaparro

Rafael Chaparro tuvo muchas etapas importantes en su vida entre las cuales se destaca su participación en un programa llamado ZOOCIEDAD en la cual contó con la colaboración de Jaime Garzón, a quien me gustaría rendir homenaje junto a todos Uds. quienes va a leer esta entrada a su caracterización artística en este programa.
Durante los años de Zoociedad, sustanciales transformaciones ocurrieron en Colombia. La nueva Carta política, producto de un pacto de paz con la guerrilla del M-19, parecía enrutar a este país hacia una nueva sociedad, más justa y participativa. Garzón trabajaba con el gobierno en el desarrollo de esta Constitución y en Zoociedad defendía ese proyecto mientras criticaba los grandes vicios de la política colombiana: clientelismo y corrupción. Sin embargo, sus sátiras se concretaban más en torno a la vida de la sociedad y no sobre la política misma. Jaime perfilaba el programa como una burla a las costumbres contemporáneas y seguía trabajando con el presidente Gaviria. El bufón del palacio había trascendido las instancias del poder y empezaba a ser el bufón de un país que asistía a un recrudecimiento del conflicto armado, con la llamada «guerra integral» de César Gaviria, otra época más de la violencia titulada con palabras complicadas, como tantas otras del pasado y otras que habrían de venir. Paralelamente, el narcoterrorismo del cartel de Medellín plagaba de carros bombas y decenas de muertos las calles de las grandes ciudades. Pablo Escobar era entonces el gran capo, el criminal más perseguido del mundo.La leyenda de Escobar crecía, y a la par, Garzón registraba ácidamente en Zoociedad todos estos dramáticos acontecimientos. Por medio de la crítica a los narcos, al poder, a los militares y a los políticos, tal vez comenzaba a cocinar el caldo de cultivo que lo llevaría a ponerse en la mira de aquellos que en Colombia amenazan y matan. En 1992, Pablo Escobar cayó abaleado en el tejado de una casa de Medellín y el país tomó un nuevo aire. No hubo más bombas. Zoociedad reflejó con alegría ese corto estado hipnótico, pues poco después Colombia volvió por el sendero de la exacerbación de la violencia ligada al narcotráfico del cartel de Cali y a las ya concretas relaciones de la mafia con la guerrilla de las Farc.
Fue de esta manera como Jaime Garzón mediante un programa bastante pensado, siempre de la mano con una actitud responsable, con años de experiencia y estudio por detrás y sobre todo junto a uno de los grandes, Rafael Chaparro, citó a millones de colombianos frente a la pantalla chica y supo exponer su arte bien elaborado con un llamado por medio de la sátira de la sociedad a ser activos de alguna manera en la situación actual de su país.

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